Producción

La miel es una sustancial natural, producida por la abeja Apis Mellifera a partir del néctar de la planta o de la secreción de partes vivas de plantas o de excreciones de insectos chupadores existentes en las partes vivas de las plantas, que las abejas recolectan y las transforman combinándolas con sustancias específicas propias, que luego depositan, deshidratan y almacenan en las colmenas hasta que esta madura. A la miel se le otorgan muchas propiedades y es una fuente de nutrientes minerales, vitaminas y aminoácidos.

Procede la miel del néctar de las flores y de la mielada, constituida esta sustancia por los exudados dulces de ciertas partes vivas de los vegetales y las secreciones azucaradas de algunos insectos.

abejas2 Estos productos son recogidos por las abejas, para lo cual utilizan la trompa, órgano equivalente a la lengua. Con ella toman las pequeñas gotas que les ofrecen los nectarios o glándulas secretoras de las flores. El néctar es almacenado en el buche, pequeña bolsa elástica que poseen separada del aparato digestivo, donde se mezclan con enzimas (invertasas) procedentes de las glándulas salivares que inician el proceso de transformación de las sustancias melíferas, en miel. Para llenar el buche es necesario el aporte del néctar de 1.000-1.500 flores. La abeja, si lo necesita, puede tomar algo de néctar del buche para su propio alimento, pero la mayor parte irá a la colmena, donde lo regurgitará pasándolo boca a boca a otras obreras, fenómeno conocido como trofalaxia, las cuales continúan el proceso al enriquecer la bola del néctar con más enzimas, hasta que finalmente la depositan en celdillas.

La transformación bioquímica que lleva a la formación de la miel se acompaña de una deshidratación progresiva. El contenido en materia seca pasa de un 30%-40% a un 82%-84%, por evaporación del agua, lo cual consiguen las abejas gracias a una enérgica ventilación producida con sus alas. Posteriormente cierran la celdilla con cera (operculación) para su almacenamiento definitivo. De esta simple manera, con la deshidratación y la acción de la invertasa, que sigue actuando en el néctar almacenado, es como se consigue la miel, producto complejo y de grandes cualidades como a continuación expondremos.

Dependiendo de las regiones, de la bonanza de la estación y de la duración de la floración, la miel se recoge normalmente una o dos veces al año. Para ello, primero, hay que desopercular las celdillas que la contienen, y por centrifugación extraerla en grandes tambores que pueden contener hasta 24 cuadros. Antes de la existencia de estos cuadros móviles, la extracción de la miel se realizaba por presión, lo que implicaba la destrucción de gran parte de la colmena, hecho que suele ocurrir cuando se aprovechan colmenas silvestres.

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